Comunicado
MEXICALI.- En un comunicado de prensa, la organización Pueblo Sin Fronteras negó que reciba financiamiento de gobierno, corporaciones ni partidos políticos, solamente son acompañanetes del Éxido Centroamericano.
A continuación el desplegado oficial de la organización Pueblo Sin Fronteras.
COMUNICADO
Pueblo Sin Fronteras denuncia la criminalización y difamación en contra del Éxodo Centroamericano y sus acompañantes.
Hacemos un llamado a la unión para resguardar la vida e integridad física de
refugiados y defensores de derechos humanos, y encontrar una solución integral al Éxodo.
A las y los migrantes y refugiados del Éxodo Centroamericano,
A las y los migrantes y refugiados del mundo,
A la comunidad de defensores de derechos humanos de personas migrantes y refugiadas,
A las organizaciones de la sociedad civil nacionales e internacionales que velan por los derechos de las personas migrantes y refugiadas,
A los pueblos originarios que se han solidarizado con el Éxodo Centroamericano.
Pueblo Sin Fronteras es una organización transfronteriza conformada por defensores de derechos humanos con diferentes nacionalidades y estatus migratorios que brinda acompañamiento, asistencia humanitaria, formación de liderazgo, apropiación de derechos, y enlace con asesoría legal en las rutas migratorias, al tiempo que ejerce labores de observación, visibilización y concientización acerca de las
violaciones de derechos humanos de personas migrantes y refugiadas en México y Estados Unidos.
Nuestro acompañamiento no para en la frontera sino que continua en los centros de detención de migración estadounidenses, y en comunidades de destino en México y Estados Unidos.
Ningún integrante de Pueblo Sin Fronteras recibe un sueldo, y los fondos que se reciben en donativos pequeños se utilizan para acompañamiento y defensa de derechos humanos, para apoyo humanitario directo en los albergues y en la ruta, para apoyo directo a personas detenidas en centros de detención, y para herramientas de organización y logística. No recibimos apoyo financiero de ningún gobierno, corporación, ni partido político.
Como organización, acompañamos dos Viacrucis Migrantes en el año 2017 y uno en la primavera de 2018. Cientos de personas centroamericanas participantes de esas caravanas recibieron asesoría legal de abogadas y abogados voluntarios acerca de sus opciones de regularización, refugio y asilo tanto en México como en Estados Unidos.
Muchos compañeros se han regularizado en México, algunos han ganado sus casos de asilo en Estados Unidos, y muchos más siguen esperando la resolución de sus casos.
Lejos de alentar a las personas migrantes a ver a los Estados Unidos como única opción, nos hemos empeñado en difundir información veraz sobre las oportunidades que pueden existir en México para personas que probablemente sufrirían bajo el sistema punitivo de refugio en Estados Unidos, el cual priva a los solicitantes de su libertad de manera sistemática, separa a las familias, y muchas veces les deporta a su muerte.
Al mismo tiempo, hemos pedido a las instituciones mexicanas cumplir las leyes que rigen el otorgamiento de visas humanitarias y el reconocimiento de la condición de refugiado, dado que el sistema que para tales efectos existe en México presenta continuas irregularidades y violaciones de derechos. Éstas incluyen la detención de solicitantes de asilo, el confinamiento de poblaciones solicitantes de visas humanitarias y refugio en ciudades y regiones de alta violencia y precariedad económica, la demora arbitraria e ilegal de los procedimientos, y la falta de una infraestructura que atienda las necesidades humanitarias más urgentes de esta población.
Asimismo, Pueblo Sin Fronteras coordina dos albergues para personas migrantes en el estado de Sonora –una de las zonas fronterizas más violentas y desprotegidas del país– que brindan comida, techo y ayuda humanitaria a cientos de personas cada mes. Hemos llevado a cabo campañas de concientización y organización comunitaria en contra de la separación de familias en Estados Unidos y en contra del abuso de poder de la policía municipal en Tijuana, entre otras.
El 12 de octubre del año en curso, cuando nos enteramos del inicio de la Caminata Migrante en San Pedro
Sula, Honduras, empezamos a seguir de cerca la información divulgada al respecto. Sabíamos del momento electoral y de transición de gobierno que se vivía en Estados Unidos y México, respectivamente, y al cual se enfrentaría esta Caminata. No obstante, también sabíamos de las condiciones apremiantes de expulsión principal pero no solamente en Honduras, y entendimos que el avanzar de la 2 de 3 Caminata Migrante era prueba de que el hambre, la muerte y la necesidad de preservar la vida eran las verdaderas causas del desplazamiento y no, como se ha querido desinformar a la opinión pública, el cálculo político de algunos oportunistas.
Por tales razones, como defensores de derechos humanos, reconocemos la urgente necesidad de brindar acompañamiento directo, en la medida de nuestras posibilidades, debido a la situación de abuso en el uso de la fuerza y las violaciones de derechos humanos que se empezaron a observar desde el momento en que la Caminata empezó su andar en la zona militarizada entre Honduras y Guatemala y sobre todo a su
llegada a la frontera entre Guatemala y México.
Un grupo de voluntarios de Pueblo Sin Fronteras viajó al sur de México para acompañar a los miembros de la Caminata, que desde entonces se ha reconocido como un verdadero “Éxodo,” dado que la migración masiva que lleva años en esta parte del continente ha logrado finalmente hacerse visible por el carácter colectivo de la Caminata.
Como acompañantes de este Éxodo, hemos caminado, dormido, comido y convivido con las personas migrantes que lo conforman. En nuestro trabajo previo de acompañamiento y defensa de derechos humanos hemos tejido redes de enlace con autoridades, instancias de seguridad pública, y sociedad civil.
En el andar de este Éxodo, estos mismos actores nos han buscado en muchas ocasiones como interlocutores para facilitar el apoyo humanitario y el mantenimiento de la seguridad humana en momentos críticos.
Hemos buscado servir de enlace cuando es funcional y el propio Éxodo lo requiere
para un caminar lo más seguro posible, pese a las circunstancias y obstáculos puestos en muchas ocasiones por el gobierno federal y algunos gobiernos estatales, a los riesgos en la ruta, y a la criminalización que ha sido alentada por medios de comunicación poco éticos.
También hemos reconocido y alentado el liderazgo y las capacidades de decisión de las y los compañeros del Éxodo, apoyando la difusión de información gubernamental y de la sociedad civil a partir de la facilitación de asambleas y procesos organizativos, cuestiones que no han sido fáciles debido a la propia magnitud del Éxodo, a la incertidumbre y a la desesperación. Esta labor la hemos realizado en coordinación y comunicación constante y transparente con otras personas y organizaciones que han estado también acompañando al Éxodo en su caminar.
Reiteramos nuestra preocupación por la criminalización y difamación del trabajo de acompañamiento al Éxodo y nuestro llamado por la unión a las organizaciones e individuos de buena voluntad para podernos apoyar, mejorar y proteger ante la situación de violaciones a los derechos humanos.
En solidaridad con los pueblos migrantes y refugiados del mundo,
Pueblo Sin Fronteras
Contacto: refugeecaravan@gmail.com