CIUDAD DE MÉXICO.-El 15 de noviembre de 2025, miles tomaron las calles de la CDMX en la llamada «Marcha de la Generación Z», partiendo del Ángel de la Independencia rumbo al Zócalo.
Bajo la bandera pirata de One Piece –símbolo de rebeldía digital–, el movimiento reivindicaba el asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, el 1 de noviembre, para exigir fin a la violencia, corrupción e inseguridad.
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Consignas como «¡Fuera Claudia!» y «Justicia para Manzo» resonaron, pero el saldo fue amargo: disturbios, 100 policías lesionados (40 hospitalizados), 20 detenidos y un «Bloque Negro» encapuchado que derribó vallas en Palacio Nacional con esmeriles y pedradas.
Videos virales muestran a un agente arrastrado y golpeado por la multitud, mientras granaderos responden con gases y extintores.
¿Supuesta Gen Z? Absolutamente. Aunque convocada en redes como apartidista y juvenil (nacidos 1997-2012), la realidad grita manipulación. Pocos chavos con TikToks; en cambio, abuelitos con sombreros blancos (clásico guiño panista), familias michoacanas y políticos opositores como Saskia Niño d’Rivera, exaliada de Xóchitl Gálvez, tuiteando contra la «violencia de porros sheinbaumistas».
La Jornada reporta consignas partidistas y presencia de derechistas, vinculando el evento a una campaña de desinformación internacional por 90 mdp, orquestada por la oposición para desestabilizar a Sheinbaum.
No es casual: el PRIAN, herido tras el 2024, usa el hartazgo real por la violencia (Michoacán sangra con 121 mil desaparecidos) para infiltrar y radicalizar. La marcha del 8 de noviembre, con 300 jóvenes genuinos contra la inseguridad, fue pacífica y bloqueada por policías; esta del 15 huele a provocación calculada.
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La violencia no fue espontánea: el Bloque Negro, táctica anarquista importada, sirvió de chivo expiatorio. Sheinbaum lo condenó: «Pocos jóvenes, mucha violencia opositora», mientras Cravioto acusa al PRIAN de «provocación».
Políticamente, fortalece a la 4T: pinta a la oposición como violenta, no a Morena como ineficaz. Pero revela fracturas: la Gen Z real existe, harta de narco y corrupción, pero el PRIAN la co-opta para su vendetta. Si no se desmarca, el movimiento muere como un meme fallido.
México necesita rabia auténtica, no shows con encapuchados. ¿Próximo round? 2027, con Clara Brugada en la mira.

