Residentes del fraccionamiento Real del Mar bloquearon este sábado el acceso principal del desarrollo para exigir mayores medidas de seguridad, luego de que una familia reportara haber sido víctima de un robo con violencia y de un segundo intento de allanamiento en menos de una semana.
De acuerdo con los testimonios de los vecinos, la decisión de bloquear la salida se tomó ante lo que consideran una insuficiente respuesta del fraccionamiento y del comité encargado de la seguridad privada.
Marisol Guerrero, una de las residentes afectadas, denunció que el pasado lunes 10 de noviembre dos sujetos ingresaron a su domicilio durante la tarde mientras su familia regresaba de una actividad cotidiana. Relató que sus hijas, de 11 y 6 años, se encontraron directamente con los sujetos.
Según su testimonio, las niñas fueron sujetadas y agredidas por los delincuentes antes de que comenzaran a pedir ayuda. Guerrero indicó que su esposo llegó al mismo tiempo del incidente y forcejeó con uno de los hombres, tras lo cual ambos sujetos escaparon. Asegura que uno de ellos sería un trabajador de una obra cercana al fraccionamiento, al que afirma haber identificado físicamente.
Señaló que durante la madrugada de este mismo sábado se registró un nuevo intento de ingreso, lo que detonó la preocupación de los residentes. “Es un fraccionamiento de lujo. Nosotros dijimos: si no hay respuesta, vamos a poner nuestra propia seguridad”, declaró. “Necesitamos que refuercen todo urgentemente… queremos ver al representante legal y que nos solucionen esto”.
Guerrero afirmó que los responsables conocían la distribución de su vivienda, removieron una ventana y sustrajeron diversos artículos personales, entre ellos perfumes, carteras, ropa, identificaciones, dinero en efectivo y tarjetas bancarias. Detalló que los intrusos colocaron varios objetos en cajas de basura como parte de un intento de sacar las pertenencias sin ser detectados.
Los vecinos señalaron que las puertas de acceso al fraccionamiento han permanecido abiertas durante las noches y madrugadas, situación que consideran un riesgo. También denunciaron fallas en la vigilancia privada y falta de atención por parte del comité o del representante legal del desarrollo.
Demandaron la instalación de circuito cerrado, reforzamiento del cerco perimetral y una revisión completa del control de acceso. “Si la seguridad no sirve, el fraccionamiento no vale ni un centavo”, expresó Guerrero durante la protesta.
Al sitio acudieron elementos de la Policía Municipal y del Ejército Mexicano para resguardar el área y facilitar el diálogo con los residentes. Sin embargo, hasta el momento no se ha logrado un acuerdo, y los vecinos mantienen su exigencia de que el representante legal del desarrollo acuda para ofrecer soluciones concretas. Los habitantes señalaron que de no tener respuestas inmediatas, continuarán con las medidas de presión en defensa de su seguridad y patrimonio.
Fotos Chris Noyola / Border Zoom

