MEXICALI.-Un dictamen genético oficial excluyó por completo que los restos óseos hallados en el canal Tulicheck el 17 de octubre de 2020 correspondan a Diego Alonso Hernández Leyva, desaparecido en 2007, como afirmó Fiscalía General del Estado (FGE).
Firmado el 10 de agosto de 2025 por la perito Karina Hernández Cortés, el análisis confrontó perfiles parciales -coincidentes entre sí y de sexo masculino-, con muestras de su madre, Irma Leyva Sosa.
El resultado descarta cualquier parentesco. Además, el informe denuncia graves fallas en la cadena de custodia: los restos fueron manipulados en tres fechas y lugares distintos: 2021, 2022 y 2024, sin registro documentado de quién los recolectó, etiquetó o trasladó.
Fue la propia Fiscalía General del Estado, entonces encabezada por Ricardo Iván Carpio, quien junto con la gobernadora Marina del Pilar Avila Olmeda conectada via digital cuando se encontraba en Europa, quienes le dieron la noticia a la madre de Diego, Irma Leyva.
La fundadora del colectivo de búsqueda «Madres Unidas y Fuertes», mandó a hacer otros exámenes genéticos ante su escepticismo tras la noticia, todos los cuales concluyen que los restos no son los de su hijo, y recrimina a las autoridades su falta de empatía y profesionalismo al quererla silenciar con un informe falso.
Este pasado 2 de noviembre el colectivo recordó a sus seres queridos dedicándoles un altar de muertos.
Irma Leyva expresó entonces su reclamo de justicia y pidió la renuncia de la fiscal estatal, María Elena Andrade Ramírez.

