MEXICALI.- Un distanciamiento sano, suficiente para manejar libremente la sucesión en el Congreso del Estado donde 16 legisladores de Morena anunciaron que buscarán la reelección y las alcaldías, además de preparar la red de defensa del voto.
Pero separar el interés de Jaime Bonilla, al plan de la futura candidata de Morena a Gobernadora de Baja California, será ríspido, complicado por el carácter del mandatario Jaime Bonilla, explosivo y visceral. Pero la alcaldesa de Mexicali tiene ventaja, sintió el apoyo del dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, y el mensaje claro al Jefe del Ejecutivo estatal de no permitir que colocará a su aspirante favorito Armando Ayala, presidente municipal de Ensenada.
Jaime Bonilla será una loza pesada, por sus intereses, por los compromisos y por el desastroso manejo que ha tenido en la Secretaría General de Gobierno, donde manda Amador Rodríguez Lozano, pero que pierde una y otra vez con la Suprema Corte de Justicia de la Nación, por hacer leyes que contravienen principios constitucionales.
Bonilla querrá seguir manejando a Baja California, hacer una especie de Bonillato que no pudo lograr con Armando Ayala, quien no creció en las encuestas por mucho dinero que metió a la pre-campaña interna de Morena.
El mandatario estatal sabe que Marina del Pilar Ávila, no es improvisada, que es inteligente, sabe moverse en el mundo de la política y tejió alianzas superiores que le permitieron ser tomada en cuenta, y ahora con la candidatura en la bolsa.
Tendrá que hacer una separación tersa, sin muchos heridos en el camino, porque Bonilla sería capaz de hacerle campaña en contra.
Hoy dijo en Mexicali, será incondicional -no de Bonilla- sino de la sociedad bajacaliforniana. Veremos.