Cuando más necesitaba el PAN, prefiere hacer una carta y solicita «licencia», figura que ni siquiera existe en los Estatutos del Partido, para retirarse de la campaña electoral
MEXICALI.-No es la primera vez que al actual diputado presidente del Congreso del Estado, el todavía panista Carlos Torres, se le asocia con un tema de oportunismo político.
Como se sabe el tijuanense acaba de presentar un inédito escrito dirigido a su dirigente nacional Marko Cortés. En su misiva, que hasta presumió en redes sociales y medios de comunicación, escribe que se abstendrá de participar como militante activo del PAN para las próximas elecciones.
Es decir, en la elección más complicada para su partido en los últimos 30 años no apoyará la causa panista.
Aunque en la carta no explica el motivo de su decisión, todo mundo lo asocia con su probable relación sentimental que tiene con la próxima candidata de Morena a la alcaldía Marina del Pilar Ávila Olmeda, misma que por cierto no tiene nada de malo.
Carlos Torres fue secretario juvenil del CEN en el 2005, y con el apoyo de su cuñado, el entonces senador Héctor Osuna Jaime, logró enlistarse como diputado plurinominal en el 2006.
A la llegada de Felipe Calderón, el llamado “Carlitos” Torres aprovecha la influencia del grupo de José Guadalupe Osuna Millán y José Francisco Blake Mora, para posicionarse. Hábil para venderse, logró ser considerado en el círculo del calderonismo de Baja California.
En el 2007 en la contienda interna del PAN para Gobernador del Estado entre José Guadalupe Osuna Millán y Francisco Vega de la Madrid, Carlos Torres se convirtió en estratega electoral del primero.
Ante el sorpresivo triunfo de Osuna Millán, con el apoyo del mismo Felipe Calderón, y sus operadores, Carlos Torres se consolida en ese grupo.
En el 2009 contrae matrimonio en la ciudad de Ensenada, donde fungen como padrinos la pareja presidencial Felipe Calderón y Margarita Zavala. Con las mieles del poder y el oportunismo desmedido Carlos Torres, busca ser el candidato a la alcaldía de Tijuana en el 2010, pese a que había un acuerdo entre panistas que el candidato fuera Alejandro Monraz.
El acuerdo suscrito por el mismo presidente municipal Jorge Ramos, se rompe por presión del mismo Felipe Calderón y el Gobernador Osuna Millán.
Como candidato a la alcaldía Carlos Torres, minimiza el riesgo de su contrincante Carlos Bustamante, un empresario de edad avanzada.
Torres quien presumía su habilidad para la estrategia mediática, se da el lujo de contratar a un argentino para posicionar su campaña en Tijuana.
Bustamante le gana por 15 mil votos. Luego de su descalabro, con su capacidad para el oportunismo político, en el 2011 logra ser nombrado delegado de Sedesol en la entidad. Desde la dependencia federal sigue tejiendo la red al servicio del calderonismo.
En la elección interna del 2013, entre su cuñado Héctor Osuna Jaime y Francisco Kiko Vega, se da otro caso de oportunismo político de Carlos Torres. Faltando días para elección donde compite su cuñado y sabiendo de los números, se va con Kiko Vega.
En la campaña, al ganar lo consideran como director del Seguro Popular. Sin ser “Kikista” se va metiendo haciendo lazos con diversos funcionarios, como es el caso de la actual Oficial Mayor con licencia, Loreto Quintero.
En el 2016, en la elección para alcaldes y diputados, Carlos Torres, levanta la mano con el apoyo de sus amigos los “Kikistas” de Tijuana. Olvidando a su cuñado, los Osuna y los Calderón.
Torres se vuelve de la noche a la mañana parte del “Kikismo”. Es decir, para muchos no sorprende lo que hace actualmente el diputado Carlos Torres, porque su historia en la política lleva marcado el oportunismo, sino pregúntenle al ex gobernador Osuna Millán, y tal vez hoy, al mismo gobernador Francisco Kiko Vega. O es más si se encuentran a Felipe Calderón o a Margarita Zavala pregúntenle por su ahijado de Baja California.
El diputado Torres dejará su cargo de presidente de la mesa directiva del Congreso del Estado, la cita es el día 28 de marzo en el palacio legislativo.