MEXICALI.- El intenso calor en Mexicali acelera el proceso de descomposición de los cuerpos, lo que en muchos casos complica a las autoridades forenses determinar con precisión la causa de muerte.
De acuerdo con el Servicio Médico Forense (SEMEFO), en zonas donde las temperaturas oscilan entre los 17 y 24 grados centígrados, la putrefacción comienza aproximadamente 24 horas después del fallecimiento. Sin embargo, en Mexicali, especialmente durante el verano y la llamada “canícula”, este proceso puede iniciarse apenas 4 o 5 horas después de la muerte.
“El cuerpo humano tiene una temperatura promedio de 36.5 grados y, tras el fallecimiento, esta temperatura desciende aproximadamente un grado por hora. Pero en Mexicali hemos recibido cuerpos con temperaturas superiores a los 50 grados,” explicó César González Vaca, director del SEMEFO en Baja California.
Esta rápida descomposición representa un reto para los peritos y agentes que investigan los casos, quienes ahora deben incluir la temperatura ambiente en cada reporte para tratar de documentar mejor las condiciones del fallecimiento.
El calor extremo no solo afecta el trabajo forense, sino que también puede entorpecer la investigación criminal, haciendo aún más urgente contar con protocolos específicos para zonas con climas tan agresivos como el de Mexicali.