Efemérides electorales: En el 2013 el PRI llegó a la campaña con más de 20 puntos en las encuestas, sin embargo, el fracaso de la estrategia de Fernando Castro Trenti y la positiva imagen del Gobernador José Guadalupe Osuna Millán, hizo que el PAN ganara
Por Jaime Delgado
@Jaime_Delgado
MEXICALI.-Como el personaje protagónico de la película Retorno al Pasado, Jaime Bonilla Valdéz, candidato a Gobernador de la Coalición Juntos Haremos Historia, encarna lo peor de una época que creíamos superada en Baja California: una etapa de atropello, de impunidad, de pillaje, de gánsters, de charolas y de negocios oscuros al amparo del poder.
Arropado en la «Ola de Morena» y la honestidad valiente, Jaime Bonilla es la antítesis de todo aquello que dice luchar López Obrador: separar el poder económico del poder político.
No lleva tampoco una vida humilde, tranquila, sin ostentaciones, como pide el Presidente. Al contrario, vive inundado en el lujo, el derroche y la prepotencia. Prueba de ello son su lujosa mansión en California, sus innumerables autos deportivos y lo atropellos que ha propinado a la prensa en esta campaña.
Y es que Bonilla ha sabido ocultar su verdadero rostro, engañando a AMLO, y a quienes no lo conocen a través de la compra de medios de comunicación y la construcción de una imagen falsa: el rostro del cambio.
No obstante esta campaña de mercadotecnia, Bonilla debe varias explicaciones a los bajacalifornianos.
Una por su participación en la desaladora de Rosarito, esa que pretende llevarse el agua de nuestro estado a Estados Unidos. Junto con el diputado Héctor Mares, tejieron la estrategia poco a poco, reuniones con personas vinculadas a este proyecto.
Pero que además lo hace en las sombras, vinculado a los actuales funcionarios del gobierno de Francisco Vega de Lamadrid, en donde ha encontrado el apoyo de los secretarios de Desarrollo Económico y Salud, Carlos Bonfante y Guillermo Trejo, respectivamente.
Esto es una muestra más que su careta de empresario está manchada por la corrupción y el tráfico de influencias al amparo del poder público. No ha sido funcionario, pero se ha hecho de fortuna a través de empresas de dudosa procedencia, desde la rama de venta de combustible, radios, televisoras, periódicos, encuestadora y todo lo referente al agua en San Diego.
No hay un solo negocio limpio de Bonilla. Si es el de medios, están atrás las sospechosas concesiones obtenidas por medio de la corrupción y las extorsiones que realiza para obtener publicidad y pagos para no “molestar”. Eso lo sabe la gente de bien de Tijuana.
Si es el tema deportivo, con el béisbol demostró que no se tienta el corazón para corromper jugadores y engañar al público. Con su proceder le causó una gran vergüenza a Tijuana, dejándola sin béisbol profesional durante más de 30 años.
Si es la desaladora de Rosarito, de la cual es socio oculto y pionero, la esencia es la misma: oscuridad, presta nombres, contratos adjudicados, ventajosos, recursos poco claros y compra de consciencias.
Es el estilo de Bonilla. Un estilo que no es nuevo en México y en Baja California, solo que pensábamos había sido desterrado de esta frontera.
Empresario predilecto del ex gobernador Xicoténcatl Leyva Mortera, Bonilla inició su carrera empresarial al arribo al poder del político. Concesiones públicas de bienes del Estado, contratos de proveeduría exclusiva, charola y guaruras a su servicio, fueron siempre parte de sus privilegios como empresario consentido de aquellos 80´s.
A la desgracia de Leyva Mortera (Salinas lo despojó de la gubernatura por corrupto), Bonilla Valdéz se refugio en los medios de comunicacion, primero en el periódico Baja California donde extorsionaba a cadenas comerciales como Calimax cobrando publicidad que no le pedían.
A la postre quebró al periódico, dejando sin paga a los empleados, una práctica común en él. Después se hizo de estaciones de radio y canales de cable en condiciones poco claras, pero con la misma práctica.
Con todo ese antecedente, más la historia reciente ya conocida: diputado, dirigente, senador y hombre de confianza de AMLO; hoy pretende hacerse del poder absoluto en Baja California, rodeado de sus viejos correligionarios priístas también ya conversos (bendecidos) a Morena.
Así es Bonilla, un hombre de larga historia. Quien no lo conozca que lo compre.
1 comentario
Si el candidato hace trampa en el Béisbol para ganar un campeonato, su acto de deshonestidad dejó a Tijuana si equipo, que no hará para gobernar el Estado.