Las autoridades policíacas hablan de hasta 15 mil asistentes, al igual que los organizadores.
Por Jaime Delgado
MEXICALI.- La marcha partió desde el parque «Vicente Guerrero», contradicción histórica: el cuarto Presidente mexicano, apenas ocho meses en el cargo tras un complot de la derecha. Iban religiosos encabezando la marcha en contra de matrimonios igualitarios, tuvo como destino el Centro Cívico de la Capital, donde estuvieron funcionarios públicos recibiendo a la manifestación.
La convocatoria fue hecha por Frente Nacional de la Familia, quienes articularon la movilización por medio de sacerdotes en las iglesias y medios de comunicación. Fue la comunidad religiosa de Mexicali, hasta servidores públicos que simpatizan con el PAN y Partido Encuentro Social (PES) estuvieron en la organización de la convocatoria, no como directriz del Partido sino de militancia.
Un grupo de la comunidad FELGTB (Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales) no desaprovechó para que los religiosos escucharán claro y fuerte los derechos de las minorías protegidos ya por la Suprema Corte de Justicia de la Nación y por iniciativa del presidente Enrique Peña Nieto.
Hombres, mujeres, jóvenes, viejos, mujeres, mayores y jóvenes, caminaron y como destino un escenario con pantalla, escenario, luces, música y presencia de funcionarios públicos, sobre todo el subsecretario General de Gobierno, Javier Gutiérrez Vidal.
No había duda los manifestantes el «padrón» de las misas y grupos religiosos en contra de los matrimonios igualitarios, no se diga de las adopciones de parejas del mismos sexo.
El destino de esta caminata fue el Centro Cívico donde se realizó la primera boda gay en Baja California, atestiguada por el alcalde Jaime Díaz, quien a fuerza del Juicio de Amparo y la protesta social bajó de su balcón en el Palacio Municipal para casar a dos hombres que sellaron su amor en un acto de protesta.
Hoy no. Las mujeres y hombres que caminaron desde las 18:00 horas lo hicieron para protestar en contra de lo inevitable jurídicamente: los derechos de las minorías sexuales, las reformas legales.
Ellos dicen que son tolerantes, así lo pusieron en sus pancartas. Rosa y azul fueron sus colores dominantes. No odian pero no quieren matrimonios del mismo sexo.
Un grupo de unas 35 personas con sus banderas arcoiris (símbolo de la Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales), exigían tolerancia.